LA ÉTICA CRISTIANA

INTRODUCCIÓN: DIMENSIÓN ÉTICA DE LA PERSONA HUMANA
APROXIMACIÓN A LOS FUNDAMENTOS DE LA MORAL CRISTIANA.

1. Dimension ética de la persona humana.

1.1. La persona es un proyecto que se va realizando en el tiempo. Elegimos porque somos libres, a pesar de los diferentes condicionamientos de tipo biológico o social.

Por ser persona, estamos abiertos al futuro y somos seres morales, capaces del bien y del mal.

1.2. Valores morales.

1.2.1. Un valor es una cualidad de las cosas o situaciones. Pueden ser vitales, espirituales o religiosos. Todo hombre se construye una jerarquía de valores.

1.2.2. Los valores morales son cualidades objetivas y reales que solicitan la libertad y responsabilidad del hombre para construir su vida en una línea humanizadora. A lo largo del tiempo los hombres han privilegiado ciertos valores: felicidad, placer, obediencia, deber, libertad.

1.3. La ley. norma objetiva de la moralidad.

1.3.1. - La norma nos indica lo que debemos hacer para vivir un valor concreto.

1.3.2. La ley:

- Eterna: plan de Dios para la creación.

- Natural: plan divino inscrito en la naturaleza humana. Son principios válidos para todos y para siempre.

- Positiva: traducción concreta de la ley natural para las diversas situaciones y tiempos.

1.4. Conciencia, norma objetiva de la moralidad.

1.4.1. Llamada interior que nos dice cómo actuar.

1.4.2. Funciones de la conciencia moral:

- Habitual: capacidad para formular juicios morales. Puede ser recta, relajada o escrupulosa.

- Actual: juicio práctico en cada circunstancia.

A).-JESUS, PUNTO DE REFERENCIA EN LA MORAL CRISTIANA. JESUS, PUNTO DE REFERENCIA Y MODELO PARA LA PERSONA HUMANA.

1. ¿ Puede ser Jesús un modelo para el hombre?

1.1. Incluso para muchos no creyentes, Jesús es modelo de humanidad.

1.2. Para los creyentes, Jesús, además de ser un modelo humano, es el Hijo de

Dios. Imitarle no es fácil.

1.3. Pero, para esta tarea de ser como El contamos con su ayuda.

2. La imitación de Cristo.

2.1. En los evangelios tenemos muchos ejemplos de personas que encontraron a Jesús y cambiaron de vida: Zaqueo, Magdalena, Pedro y los discípulos... ¡ Hoy sigue habiendo gente que se encuentra con Jesús y cambia.

2.2. Dios crea al hombre a su imagen y le llama al diálogo y la amistad con El.

2.3. Jesús es aquel que ha cumplido perfectamente este plan de Dios.

2.4. Nosotros estamos llamados a ser como Jesús, a vivir y actuar como El.

3. El Espíritu nos ayuda en el trabajo de ser como Jesús.

Por su Espíritu, Jesús nos transmite su misma vida y así podremos dar los frutos del Espíritu: amor, alegría, paz, servicialidad, bondad, amabilidad, lealtad, dominio de si.

Los cristianos somos por eso un pueblo de profetas, sacerdotes y reyes.


JESÚS NOS HACE LIBRES.

Jesús es un hombre libre y nos llama a la libertad.

I. La idea de libertad en Israel

Dios ha liberado a su pueblo de la esclavitud en dos ocasiones: sacándoles de Egipto y haciéndoles volver del destierro de Babilonia. Por eso el israelita tiene que ser un hombre:

- libre de todos los ídolos. Solo Dios es su Señor;

- que no soporta la esclavitud en sus relaciones sociales.

2. Jesús, comienzo de la liberación definitiva

El mensaje de Jesús es una llamada a la liberación de todo lo que ata al hombre y a todo el hombre.

Esta libertad es fruto del Espíritu, se expresa en la lucha por la justicia y nos exige trabajar por la liberación de los demás.

3. Libres ¿de qué?

El cristiano ha sido liberado :

- del pecado: Jesús nos ha liberado del mal y de todos los ídolos que nos pueden esclavizar. Así podemos olvidarnos de nosotros mismos y de nuestro egoísmo, para entregarnos al servicio de los demás.

- De la muerte: en Jesús resucitado, la muerte no es el final de todo, sino el paso a la vida plena con Dios.

- De la ley: las leyes no pueden esclavizar al hombre. Son sólo una ayuda para nuestras relaciones con Dios y con los demás. El único motivo auténtico para obrar es el amor.

4. Libres ¿para qué?

Para acercarnos a Dios.

Para el servicio del hermano.

B) CONVERSIÓN Y SEGUIMIENTO DE JESÚS.

1.- LA VIDA CRISTIANA

El vivir del cristiano , lo que se llama la moral no se presenta en el Nuevo Testamento bajo el signo de mandamientos y de prohibiciones. A través de las cartas y de los evangelios, se percibe una doctrina común, unidos a Cristo por la fe y el bautismo, nos convertimos en un ser nuevo. La vida de cada día se presenta como una consecuencia de este hecho fundamental: esta vida consiste en imitar al padre del que hemos sido hechos hijos en su Hijo, para ello debemos dejarnos guiar por el Espíritu.

Una vida que empieza en el bautismo.

En Pe 2, 1-10 .e1 autor presenta el bautismo como un nuevo nacimiento (v 2) los recién nacidos, edificados sobre Cristo-piedra viva, se convierten en una comunidad; en adelante pueden ofrecer a Dios su culto espiritual . El autor desarrolla entonces algunos aspectos de ese culto, que consiste en tener una buena conducta en medio de los paganos (v 1 11 ante las autoridades (2, 13-17), de los siervos con los amos (2, 18-2S), de los esposos entre si (3, 1-7), de los hermanos en la comunidad (3, 8-12 )

Santiago resume esta misma enseñanza: el bautismo es un nuevo nacimiento (1, 17-18) y tiene unas claras consecuencias para la vida diaria 1, 26-27)

S. Pablo recuerda a los colosences que el bautismo es muerte-vida con Cristo (2, 20; 3, I) y continua: vivid en consecuencia (3, 5); lo dice primero de forma general (3, 5-17) y lo repite Iuego para cada categoría de fieles (3, 18-4, I)

A los efesios el autor les recuerda el bautismo (Ef. 5 14) y luego pasa a la manera de vivir desarrollando los mismos temas (5, 21-6, 9).

Podéis leer 1 Pe. 2, 1-5 y Rom 12, 1-2 En Rom 6, Pablo recuerda su doctrina sobre el bautismo y luego en Rm. 7-8 expone como cristiano ha de vivir animado por el Espíritu. En Rom. 12 habla de las consecuencias principales de todo esto: el verdadero culto que hay que ofrecer a Dios es la ofrenda de nuestras propias personas la vida diaria vivida de cierta manera, con cierto espíritu el resto del capítulo 12 traza las líneas generales del comportamiento cristiano auténtico

¿ Hay normas en el obrar cristiano?.

Para un cristiano no hay ley. Debe solamente dejarse guiar por el Espíritu, vivir como alguien que está unido a Cristo imitando al Padre.

E1 Espíritu, ley del cristiano.

Jeremías había anunciado que Dios renovaría su Alianza poniendo la ley en el fondo del corazón de cada creyente (Jr. 31, 31-34) y Ezequiel había dado su nombre a esa .ley: el Espíritu (Ez 36, 2S27). Pablo recoge esa enseñanza y la desarrolla sobre todo en la carta a los gálatas: Cristo os ha liberado, dejas conducir por el Espíritu!.

Vida en Cristo.

La moral cristiana consiste en vivir la existencia según ese nuevo ser que uno es cuando la k y el bautismo lo ha unido a Cristo. Haceos lo que ya sois; así podría resumirse el pensamiento que Pablo repite de muchas maneras Se podía descubrir esta idea en muchos textos. Para simplificar, piemos limitarnos a I Cor.

Con los corintios Pablo habla especialmente de la moral cristiana Esos paganos se habían adherido a Cristo con entusiasmo. Pero no se pasa de la noche a la mañana de cierto tipo de vida (-vivir a lo corintio. evocaba algo así como el barrio chino para nosotros) a la vida en Cristo Así pues, Pablo va a buscar con ellos que es lo que esa nueva vida tiene que cambiar en su comportamiento. Y no les dice: "Vosotros debéis... Está prohibido... ., sino que les recuerda .¿En qué os ha convenido vuestra fe?. ¿Que consecuencias tiene esto?.

En su carta a los corintios Pablo nos da ejemplos concretos, enumeramos algunos.

* Disputas de campanario (1 Cor 1, 10-4, 21) Los corintios apelan a unos maestros que oponen para justificar sus rencillas (1, 11-12); ¿ En que se apoya Pablo para buscar la unidad?

* Un cristiano que cohabita con su suegra (5, 7-8).En qué se apoya Pablo?

* Procesos de cristianos en tribunales paganos (6, 1-11). ¿ En qué se apoya Pablo? Ved 6, 11

* Cristianos inmorales (6 12-20). ¿ En qué se apoya Pablo para recordar el sentido cristiano del cuerpo? Ved 6, l1. 19-20

* Comportamiento del cristiano en el mundo (8-10). En el problema dudoso de las carnes sacrificadas a los ídolos se oculta una cuestión de candente actualidad. ¿ Qué estatuto tiene el cristiano en el mundo? En aquella época, la mayor parte de las carnes inmoladas a los ídolos en el templo se vendían en el mercado; los cristianos corrían el peligro de comprarlas. Para estar seguro de no hacerlo, había que renunciar a la carne u organizar carnicerías cristianas. ¿Había que vivir en un ghetto, creando nuestras propias instituciones cristianas ( sindicatos, escuela... )?. Para Pablo el único principio es el amor (8, 1-3) Todo lo que Dios ha creado es bueno con tal que lo tomemos en acción de gracias (1 Tim 4 4-5). Por tanto, hay libertad para comer de esas carnes para utilizar las instituciones civiles. Pero por encima del derecho está el amor; si al obrar así se corre el riesgo de escandalizar a alguien, mas vale abstenerse (I Cor 8. 9-13).

Imitación del Padre

Como la fe y el bautismo nos unen a Jesús y el Espíritu hace de nosotros hijos de Dios (Rom 8, 15-16), la única regla es ser santos como el Padre es santo.

2. Dimensión cristiana de la moral.

Lo específico del cristiano es la referencia clara y definitiva a Jesús de Nazaret. En su actuar, el cristiano tiene como referencias:

2.1. El decálogo o ley de Dios.

2.2. El mensaje de Jesús. E1 discípulo de Jesús vive la Ley Nueva:

- Está bajo el influjo del Espíritu de Jesús.

- Es una persona libre.

- El centro de la ley Nueva es el amor.

2.- ETICA CRISTIANA Y CONVERSIÓN.

Jesús comenzó su predicación exhortando a la conversión:

" Decía: se ha cumplido el plazo, está cerca cl Reino de Dios:

Convertíos y creed en el Evangelio"

¿ Qué significan estas palabras de Jesús?

Tienen un valor claramente religioso. Cuando empieza su obra de salvación, su anuncio del Reino, Jesús indica que es preciso reorientar la vida, que el creer en la Buena Nueva exige del hombre un cambio en su modo de vivir.

1.1 El término "conversión" en la Sagrada Escritura.

Sentido general.

"Conversión: latín conversio "vuelta". El griego epi-strepho, "volver" ', y el griego metanoia, cambio (meta) de mentalidad (nous). Del castellano "vuelta" "conversión debe preferirse a "Penitencia", que evoca sobre todo la pena padecida por la falta, y a "arrepentirse" (en griego meta-meleisthai ), que no expresa plenamente la transformación radical del ser y los frutos de la conversión ".

( León Dufour. Conversión. Diccionario del N. Ed. Cristiandad, Madrid, 1986).

Esta cita tan técnica nos introduce en las líneas generales de lo que significa "conversión", en la Biblia. Podemos distinguir dos aspectos fundamentales:

Significa cambio de mentalidad (meta-noia), es decir, un cambio total en las actitudes, en el corazón del hombre, que va a pensar y a sentir de otra manera. Es el interior del hombre el que se transforma (Jr 3,21-25; Ez ?6,26-31) .

Cambio exterior («epi-strephein,.), el cambio de conducta en la vida práctica. En efecto, cuando un hombre cambia por dentro, ese cambio debe notarse en el exterior. También los profetas acentúan esta dimensión ( Jr. 5,21-25; 0s 14,2-9; ...).

Es decir, en la Sagrada Escritura todo aquel que se encuentra con Dios debe cambiar radicalmente de estilo de vida. A1 aceptar a Dios como Señor, el hombre tiene que abandonar todo lo que puede apartarlo de Él y empezar a vivir de acuerdo con sus criterios y su corazón. Tiene que aprender a pensar como Él, a sentir como El y a querer como Él, y eso tanto interior como exteriormente

1.2. Conversión y pecado.

Jesús pide al hombre la conversión porque el hombre es radicalmente infiel a Dios y su infidelidad es causa de todos los otros males: odios, luchas, envidias, injusticias...

La Biblia (Gn 3) relata el origen de ese estado de infidelidad del hombre. Es el «pecado original». Los israelitas llegaron lentamente a comprenderlo: a la vista de las injusticias, de la idolatría, del sufrimiento del hombre justo y del éxito del que hacia el mal, pensaron que eso tenia que responder a una realidad profunda y tan vieja como la misma humanidad. Desde el principio, el hombre prefirió ser el dueño de sus propios destinos, decidir por sí mismo qué era lo malo y que era lo bueno, sin necesidad de someterse a la obediencia de un Dios que lo guiase. El hombre es desdichado e infeliz, porque se ha apartado de su Dios.

«Pecador es el hombre que se oculta de Dios y, a fin de resaltar su propia importancia, quiere poseer sabiduría y libertad no como dones del Señor, sino como conquista y propiedad independiente. Subraya igualmente el libro del Génesis que esta alienación de Dios frente a la vida tiene graves consecuencias sobre la relación del hombre consigo mismo, con el prójimo y con el mundo. Todo hombre que rechaza la adoración del Señor se convierte en un dominador de su prójimo...

Además, si el hombre no quiere situarse ante el Señor como el supremo y único digno de ser conocido, no puede evitar el caos de los valores. Toda su vida y todas sus relaciones se corrompen y se convierten en motivo de alienación »

(B. Haring. Pecado y secularización, De. P.S. Madrid 1974, pag.40).

1.3. La conversión que Jesús pide.

Frente a ese estado de muerte, dolor y mal, Jesús ofrece un mensaje de salvación. Es posible salir de tal situación:

«Convertirse quiere decir abrir los ojos a esta situación, aprender a conocer la injusticia radical e inextirpable de las solas fuerzas humanas. Convertirse quiere decir deshacerse de la propia sabiduría para adquirir la "sabiduría de Dios-': Cambiar lo que se posee, que es bien poco, por una riqueza alternativa, por un tesoro precioso, aunque oculto. Es un tesoro que el hombre no puede acumular pero la misericordia y el perdón de Dios pueden regalárselo.»

(No solo de pan vive el hombre , Marova. Madrid 1979, p. 56).

Ya antes que Jesús, Juan Bautista predica un mensaje parecido: hay que arrepentirse y cambiar la vida, pues el Reino está cercano y es preciso prepararse para su llegada (Cfr. Mt. 3, 11)

Jesús pronuncia después las mismas palabras que el Bautista. Pero añade algo nuevo: el Reino está ya presente (Cfr. Mc 1,15) en sus palabras y sus obras Jesús recoge el mensaje del Bautista y lo hace más urgente anunciando también un plazo de misericordia. No se puede perder el tiempo cuando la salvación está ahí.

A diferencia de Juan Jesús pide la conversión porque el Reino ha llegado ya no porque esté a punto de llegar. Es una conversión no para prepararse sino para entrar ya en el Reino. Por eso hay también un cambio radical: a la llamada a la conversión, no sigue la amenaza de un castigo para quienes no la escuchen sino la proclamación de la misericordia de Dios que da al pecador un plazo de gracia para que se convierta.

Esta conversión a Dios lleva consigo unas exigencias concretas:

- Que se reconozca la propia culpa, como el hijo pródigo (Lc 13,18) o el publicano (Lc 18 13).

- Que se abandone el estilo de vida anterior eliminando el mal y el propio pecado. Así a los que tienen riquezas se les exige que dejen de estar dominados por ellas (Mc 10,17-71), al publicano se le pide que deje de estafar (-Lc 19 8) a la mujer adúltera se le exige que no vuelva a pecar (Jn 4 I8;

-Y un tercer paso clave: se debe intentar vivir de acuerdo con la palabra de Jesús. Se dejan los propios criterios para tomar como criterio básico y determinante de la propia vida lo que Jesús pide (Mc 8,34-37).Hay que aceptar a Jesús con decisión coraje y rapidez. Es el sentido de la desconcertante parábola del administrador infiel (Lc I8,l-8). Es claro que Jesús no nos invita aquí a ser poco honrados. Lo que quiere decir es que lo mismo que en caso difícil y urgente los hombres somos capaces de hacer todo incluso de mentir con tal de salir del atolladero así con esa rapidez y ese coraje hay que reaccionar para poder presentarnos en condiciones ante el que nos pide cuenta de la gestión de lo que se nos ha confiado.

- Junto a esta urgencia hay otra característica: es posible apartarse del mal cambiar; tenemos todavía tiempo para ello pero hay que hacerlo con decisión. El programa de Jesús es severo en sus exigencias. Por ejemplo Mt 5,20-22.28.39...). Jesús pide que cambiemos y lo pide seriamente. No es posible andar entre "dos aguas ni servir a dos señores".

El que cambia de vida escuchando su voz encuentra un amigo que comparte su destino. Jesús exige a todos ese cambio y a todos les ofrece la posibilidad de hacerlo. Hay que abandonar el pecado para encontrar a Dios.

En eso consiste la conversión. No se trata sólo de confesarse o de hacer actos de sacrificio. Esto es solo un aspecto parcial. La conversión es ante todo una decisión de apartarse del egoísmo del pecado y de la desobediencia a Dios: consiste en renunciar a ser uno mismo el centro de su propia vida. Pero la conversión implica también hacer todo eso para ponerse a disposición de Dios para vivir según su voluntad y en comunión con E1.

1.4. Un ejemplo de persona que se convierte: Zaqueo

Lucas t19 1-9) nos relata la conversión de Zaqueo: la actitud de este hombre es la contraria a la del joven rico (18 ]8-30). Zaqueo era jefe de publicanos un gran pecador para los judíos por vivir de recoger los impuestos que el pueblo elegido de Dios tenía que pagar a los romanos. Esto significa que era un colaboracionista del pueblo pagano que sometía al pueblo de Israel.

Elementos importantes de la conversión:

v. 1: Jesús entra en la ciudad.

v.v. 2-3: Zaqueo quiere verlo y la gente se lo impide.

porque es bajo de estatura.

v. 4:Zaqueo supera este obstáculo subiéndose a

un árbol.

v. 5:Jesús toma la iniciativa y se dirige a Zaqueo

pidiéndole que lo acoja en su casa.

v. 6:Zaqueo baja del árbol y lo recibe muy contento.

Momento del cambio de actitud.

v. 7:La gente murmura de Jesús y de Zaqueo.

v. 8:Zaqueo se convierte en la práctica. Da la

mitad de sus bienes y si ha defraudado a

alguien restituye cuatro veces más de lo

que defrauda superando así con mucho lo

que mandaba la Ley.

v. 9:Jesús reconoce la autenticidad de la conversión

de Zaqueo.

Observamos cómo Zaqueo está situado entre dos frentes: la multitud que le impide acercarse a Jesús y que murmura después de él pues no puede comprender que se convierta y Jesús que llega, le invita a su casa y les ofrece la posibilidad de cambiar. Zaqueo tiene que elegir entre los dos extremos.

I.5. La posibilidad de cambiar

A lo largo de este tema hemos hablado de que Jesús pedía a sus oyentes el cambio de vida, la conversión. Y hemos visto un ejemplo en Zaqueo. Pero ¿ podemos cambiar nosotros hoy?. Todo lo que hemos visto pasó hace mucho tiempo en otra cultura con otras mentalidades... ¿No será pedirnos un imposible?

¿ Quién no ha hecho alguna vez el intento de querer cambiar su vida?.

Pretendemos eliminar cosas que no nos gustan de ella. Y admiramos a la gente que consigue triunfar en estos casos.

Continuamente buscamos soluciones, sabemos y queremos mejorar, tenemos fuerzas suficientes para ir logrando las metas que nos proponemos , somos capaces de orientar o reorientar nuestra vida.

Nuestra experiencia nos dice pues que "convertirse", es orientar de otra forma nuestra vida o nuestra actividad, es posible, incluso a veces necesario .Creemos y podemos comprobar que no estamos condenados a ser siempre iguales.

Nuestro destino y nuestra vida no son un camino fijado de antemano y sin nuestra colaboración y por el que obligatoriamente tenemos que ir. Somos nosotros los que vamos orientando y construyendo nuestra vida.

Por eso, la llamada tiene hoy, como ayer, como siempre, una actualidad. Esta llamada es una posibilidad ofrecida a lo largo de nuestra vida. Eso sí, sólo si descubrimos que Jesús merece la pena y que su mensaje nos ofrece la felicidad. El hombre que hace la experiencia de descubrir al Señor, puede cambiar y seguirle.

2. EL SEGUIMIENTO DE JESÚS

El cambio de vida radical que supone el encontrarse con Jesús es algo fundamental, pero no es mas que el punto de partida de un nuevo estilo de vida. Es el primer paso para lo que el Nuevo Testamento llama «el seguimiento de Jesús». La conversión no es, de ningún modo, el fin o el objetivo de la vida cristiana, sino un paso, un primer movimiento para seguir a Jesús.

2.1. La llamada

El Evangelio nos ofrece varios casos de personas que quisieron seguir a Jesús

Vamos a ver algunos de ellos.

A). «... al salir, vio a un recaudador llamado Leí sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: Sígueme. El, dejándolo todo, se levantó y lo siguió» (Lc. 5,22-28). En este breve versículo tenemos la respuesta escueta y clara del hombre convertido porque ha sido llamado. Hay una transición muy rápida: Jesús pasa y llama, y el llamado deja todo, se Levanta y lo sigue.

B) Otro escucha la llamada; pero, antes de seguirle pone condiciones, que son muy humanas. Jesús pide que lo siga inmediatamente, sin condiciones (Lc 9,59-60 }.

C) El joven rico se acerca al Señor, y éste le pide que le siga, si quiere alcanzar la vida. Condición previa para ello es dejar todo lo que tiene. Ante esa exigencia, el joven se echa atrás {Mt 19, 16-30).

En estos textos, Jesús simplemente dice: «...sígueme». El llama. Y el que es llamado debe dejar todo para seguir a Jesús. No se le sigue porque habla bien, o porque es un líder o porque su programa convence. Simplemente, El llama y el hombre responde, sale de la vida que ha llevado hasta ahora para vivir desde ahora con Jesús. El seguimiento es sólo vincularse a Jesús para compartir su vida y su destino.

El mismo Jesús al iniciar su vida pública pidió a algunos hombres concretos que le siguieran de esta manera, y la primitiva comunidad cristiana vio en ellos el modelo de respuesta que el hombre debe dar a esa vocación al seguimiento. Los textos principales son Jn 1,35-51; Mt 4,18-20; Mc 1,16-20 y Lc 5, 1,11.

En estos textos se puede hallar dos series de elementos básicos:

Por parte de Jesús. Por parte del llamado.

1. Jesús pasa, mira y llama. 1. El llamado responde enseguida.

2. Llama a seguirle a Él. 2.. Lo deja todo.

3. Para una misión. 3. Para dedicarse a esa misión.

De estos ejemplos deducimos qué significa seguir a Jesús: es vincularse a Jesús totalmente , y compartir con El la misión de predicar el Evangelio del Reino.

2.2. La respuesta

La llamada exige una respuesta. Esta respuesta tiene unas características que podemos resumir en:

I.- Es un don Dios, y un don gratuito. Uno ha podido escuchar la llamada y querer seguirla con toda su buena voluntad. Pero sabemos por experiencia que muchas veces nos proponemos hacer algo y nos falla, o nos sentimos sin fuerzas...¿No será demasiado para un hombre intentar vivir así?. Pero Jesús afirma que él mismo nos da el querer y el poder. Es lo que la tradición cristiana ha llamada la «gracia», es decir, la presencia dinámica del Espíritu de Cristo en el interior de cada hombre.

II.- La respuesta no puede ser con ambigüedades, con medianias, tiene que ser una respuesta radical.. El seguimiento}tiene que ser incondicional, incluso en los momentos de prueba. Jesús dice: «El que quiera seguirme, tiene que tomar su cruz" (Mc 8,34). I.. Cuando pronunció estas palabras, tenían un significado claro: es necesario estar dispuesto a todo, a renunciar a sí mismo, a entregar la vida en el seguimiento de cada día.

III.- La respuesta va acompañada de alegría y felicidad en el seguimiento.

La fuente de esta alegría es la certeza de que Dios está entre los hombres; y que las promesas de Dios se cumplen en Jesús, su Hijo y enviado.

Esta alegría se hace real en la vida de los que se convierten a Jesús, es decir, en todos aquellos que han sido buscados y acogidos por Jesús. El anuncio del Reino de Dios y la entrada en él son una auténtica fiesta, un banquete real ( Lc 9,6, Mc 2, 14).Jesús señala el gozo de un pastor que encuentra una oveja perdida o la alegría de una mujer que halla la moneda extraviada, o el gozo del padre que recibe al hijo perdido (Lc 15, 3-.72).

 La moral vivida del cristiano se encuentra supeditada al deber para con Dios, ya que "de él proviene y hacia él va". Su actitud perfecta se materializa por medio de la vida en caridad.

 La base fundamental son los mandamientos (formulación positiva de la moral) donde se encuentran los deberes esenciales del hombre cristiano ( e indirectamente los derechos fundamentales de la naturaleza de la persona humana).

 La moral cristiana está organizada en torno al esquema de las virtudes Teologales (fe, esperanza y caridad) y Cardinales (prudencia, justicia, fortaleza y templanza).
 

SUGERENCIAS PARA UN ESQUEMA MORAL COHERENTE:

 En el "diseño de la figura moral cristiana" cobran importancia la autonomía ética (comportamiento moral responsablemente asumido) como ideal moral; y  la  justicia ética, por medio de la búsqueda de la igualdad y reciprocidad.

 La autonomía y la justicia ética, identifican la ética del cristiano, donde la caridad (rasgo decisivo del ^ethos cristiano en cuanto amor a Dios), es el "pilar" que identifica la figura moral del mismo.

 La caridad es la virtud por la cual el cristiano ama a Dios sobre todas las cosas, por El mismo y al prójimo como así mismo por amor a Dios.

 La caridad es superior a todas las virtudes teologales. El ejercicio de todas las virtudes está animado e inspirado por ella. Toda la vida moral es la "mediación" del dinamismo de la caridad.

 La vida moral animada por la caridad da al cristiano la libertad espiritual de los hijos de Dios, en el sentido que éste no se halla ante Dios como esclavo en temor servil, sino como un hijo que responde al amor del que nos amo primero.

 La caridad exige la práctica del bien; es benevolente; suscita la reciprocidad; es desinteresada y generosa; porque "reside precisamente en la indisoluble conexión del amor a Dios y el amor al prójimo".

 La actitud ética cristiana se impone a partir de su referente cristiano, la tradición moral y la virtud.
 

Concluimos esta síntesis sobre los rasgos de la Moral cristiana, con unas palabras de San Pablo:

«Ya no estáis en régimen de ley sino en régimen de gracia » (Rom 6, 14...).

S. Mateo nos da la clave de nuestro obrar en una de sus parábola «¿No era tu deber tener también compasión de tu compañero como yo la tuve de ti?» (Mt 18, 33). Y como uno se siente amado gratuitamente, graciosamente, como se sabe perdonado, por eso siente la necesidad de amar a Dios y de amar a los demás, de perdonarles, para comunicarles lo que uno mismo ha recibido. No se practica la moral porque uno es cristiano, sino porque es hombre; no se hacen «obras para obtener la salvación, sino porque la salvación se nos da gratuitamente. Lo que hacemos, nuestras "obras", no se parecen al ramo de flores que un niño ofrece a su mama para obtener el permiso de ir a jugar con los amigos, sino al ramo de flores que le ofrece el día de la madre porque se siente amado y quiere expresarle su cariño. El aspecto cristiano de la moral no reside en primer lugar en lo que se hace, sino en el sentido que se le da a lo que se hace: la esposa que plancha la camisa de su marido no lo hace mejor ni peor que la planchadora profesional; lo que pasa es que para ella se trata de la camisa de su marido.. .

 

Para conocer mejor a CRISTO.
"JESÚS, MODELO DE VIDA"


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