FINALIDAD

La vida

La vida es oportunidad, aprovéchala.
La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es un sueño, hazlo realidad.
La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un deber, cúmplelo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es amor, gózalo.
La vida es un misterio, devélalo.
La vida es promesa, cúmplela.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es un combate, acéptalo.
La vida es una tragedia, domínala.
La vida es aventura, arrástrala.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es vida, defiéndela.

Madre Teresa De Calcula

La finalidad de esta página web , es analizar la valoración que se hace del derecho a la vida, en todas y cada una de sus manifestaciones, origen, calidad, final....

A modo de introducción

La búsqueda de un enfoque ético viable en nuestra cultura actual es una cuestión que requiere una reflexión urgente y responsable. . Hoy día dos cosas parecen ser igualmente ciertas: la conciencia de que se necesitan criterios éticos y la duda de cuáles podrían ser. En una sola cosa había un consenso: en la convicción de que la tradicional ética de las normas – normas de conducta personal, sexual, social – si bien todavía se practica ampliamente, difícilmente resiste a la crítica. Es restrictiva y queda externa a la persona y, por eso mismo, impide el crecimiento, el cambio social y el desarrollo de la responsabilidad.

La cuestión es ¿cuál ética podría o debería reemplazar la ética de las normas? En nuestra cultura mundial o global, ¿sería una ética «transcultural» o una «ética de tolerancia», con tal de que sea capaz de proporcionar un «saber orientador»? Lo que se pide a la ética es que, a la vez, oriente en la creciente relativización de todas las convicciones y actitudes, e impida que nos refugiemos en los múltiples fundamentalismos. Los criterios éticos ayudan a encontrar pertenencia y estabilidad, pero ¿qué sucede cuando nos quitan libertad y los espacios necesarios para madurar?

También se proponen hoy una «ética de responsabilidad» y una «ética de mínimos». La ética de responsabilidad es la que quizá mayor consenso haya logrado, y tiene la ventaja de poder integrar la responsabilidad personal con la grupal y social. Sin embargo, tampoco las responsabilidades están identificadas de antemano, sino que tendremos que irlas descubriendo. Y una de las dificultades es cómo desarrollar el sentido de responsabilidad en sociedades que culturalmente están condicionadas por la «atribución de culpas».

En cuanto a una «ética de mínimos», ¿en qué habrían de consistir estos mínimos? ¿Quién decide cuáles han de ser los mínimos? ¿Son individuales o son los mínimos que permiten la convivencia con los demás?

En la actualidad, uno de los grandes retos es encontrar criterios bioéticos. Las discusiones alrededor del manejo del genoma humano y de las técnicas de «cloning» muestran claramente una confrontación entre la gratificación de los deseos personales y la responsabilidad por las generaciones humanas futuras. Algo semejante vale para los criterios de ética ecológica. Las implicaciones son vastas.

Como si todo esto fuera poco, está también la cuestión de la fundamentación de cualquier ética. Todo aquel que quiera demostrar que sus principios éticos son válidos, debe poder dar cuenta del por qué de estos principios. Si discuten dos cuyos criterios éticos son diferentes entre sí, cada uno de ellos tendrá que empezar por refutar la validez de los criterios del otro. ¿Conduce esto a la convivencia? ¿Habrá otra manera de fundamentar la ética?
En el Coloquio se han propuesto los criterios éticos de «esperanza» y «perdón». Sin embargo, queda el reto de esbozar una ética que realmente se base en estos criterios y el de ver qué significan «esperanza» y «perdón». Estos criterios ¿son humanos cristianos, o basados en otras creencias -nosotros partimos desde las creencias cristianas, pero en diálogo a otros puntos de vista basados en la naturaleza humana- y que han dado grandes servicios a la humanidad, en su evolución.-.


Todas estas preguntas son importantes y es imposible que alguien por sí solo encuentre las respuestas. Un gran problema es éste: los que hacen planteamientos éticos suelen ser filósofos y teólogos, pero ¿qué pasa cuando alguien no se interesa particularmente ni en la filosofía ni en la teología? Es necesario que opinen los ingenieros, los arquitectos, los físicos – todos, de todas las disciplinas. Hoy día, la reflexión ética compartida es quizá la actividad interdisciplinaria más urgente. De ahí nuestra invitación a comentar, provocar, cuestionar y compartir en los espacios previstos en estas páginas.

Nos hacemos una pregunta inicial
¿ QUÉ ES LA ETICA?

El sentido más antiguo de la ética  (de origen griego) residía en la morada, lugar donde se habita, luego referido al hombre o pueblos se aplicó en el sentido de su país, tomando especial prestigio al ser utilizado por Heidegger el decir que "es el pensar que afirma la morada del hombre", es decir su referencia original, construida al interior de la intima complicidad del alma. En otras palabras ya no  se trataba de un lugar exterior, sino del lugar que el hombre porta a sí mismo. "El  ^ethos es el suelo firme, el fundamento de la praxis, la raíz de la que brotan todos los actos humanos.

El vocablo ^ethos tiene un sentido mucho más amplio que el que se da a la palabra ética. Lo ético comprende la disposición del hombre en la vida, su carácter, costumbre y  moral. Podríamos traducirla por modo o forma de vida en el sentido profundo de su significado.

^Ethos significa carácter, pero no en el sentido de talante sino de modo de ser adquirido por hábito.^Ethos deriva de éthos lo que significa que el carácter se logra mediante el hábito y no por naturaleza. Dichos hábitos nacen por repetición de actos iguales es decir los hábitos  son el principio intrínseco de los actos.

En el ámbito conceptual de la ética, tenemos un círculo correlacionado entre ^ethos - hábitos - actos. En efecto si ^ethos es el car&ácter adquirido por hábito, y hábito nace por repetición de los actos iguales, ^ethos es a través del hábito, fuente de los actos ya que será el carácter obtenido (o que llegamos a poseer -héxis) por la repetición de actos iguales convertidos de hábito y acuñados en el alma.

El hombre a través de su vida va realizando actos. La repetición de los actos genera actos y hábitos y determinan actitudes. El hombre de este modo viviendo se va haciendo a sí mismo. El carácter como personalidad es obra del hombre, es su tarea moral, es como "resultará" su carácter moral.

Podemos aproximarnos a la conceptualización de la palabra "moral" (origen del latín) como la adquisición de Modo de Ser logrado por apropiación, o por niveles de apropiación, donde se encuentran los sentimientos, las costumbres y el carácter.

El carácter o personalidad moral, como resultado de actos que uno a uno el hombre ha elegido, es lo que el hombre ha hecho por sí mismo o por los demás. "El hombre en este contexto se hace y a la vez es hecho por los demás, tanto positiva como negativamente".

Como cristianos trataremos las cuestiones planteadas, profundizando en la ËTICA CRISTIANA, pero no obviamos la realidad actual de diálogo con el mundo, en todas sus manifestaciones, por ello planteamos la realidad de una ËTICA DE MINIMOS, que permita un diálogo más fluido sobre determinadaas cuestiones de frontera cultural.

Nosotros partimos del principio que el valor ético fundamental es la persona humana. Algo es ético o no lo es según que condice o no con la persona humana y su dignidad peculiar. La persona como valor ético es una realidad a objetiva.

Es una realidad que no depende de nuestra estimación, como nosotros mismos y los demás no dependemos de la estimación de nadie para existir, y para ser humanos.

Es cierto que sobre el ser humano existen divergencias filosóficas, que han dado origen y continuan dando a distintas antropologías. Sin embrago esas divergencias serían menos, tal vez, si empezáramos por poner en el centro de la ética a lo único que puede ir en el centro: la persona humana, en mí y en los demás.

De hecho, esa evidencia del valor del ser humano es la que guía, todo compromiso ético, se sea consciente de ello o no. En el tema de las antropologías alejadas de las creencias religiosas, supusieron en su origen una búsqueda de la autonomía del ser ser humano.

Aqui hay una cuestión y es que la contradicción del individualismo subjetivista, que niega el mismo valor en que se apoya: el de la persona humana individual. Lo niega, porque lo hace relativo a su propio juicio, que es también su modo de exaltarlo: hacerlo relativo al juicio de la persona humana individual. El individuo humano se vuelve entonces algo a la vez absoluto y relativo, lo que es contradictorio.

El individuo humano no es absoluto ni relativo: consideramos que es objetivo. Es siempre alguien que existe independientemente de nuestra personal valoración o estimación y que tiene derechos se los reconozca yo o no. Si la misma existencia del individuo dado en mi experiencia depende de mi conocimiento, entonces no puede pretender que sus derechos sean independientes de mi reconocimiento o no de ellos. Si sus derechos dependen de mi reconocimiento, entonces, siempre, antes de acusarme de haberlos violado, se me debe preguntar si previamente los había reconocido o no. En caso de respuesta negativa, hay que guardar silencio y retirarse, respetando mi opción, que puede haber llevado al exterminio de una gran cantidad de personas ( es l oque ocurre en cuestiones como el aborto, la eutanasia, o los comportamientos terroristas o de los dictadores, en todos estos casos, se supedita la decisión y comportamiento a unos valores que restringen el valor absoluto de la persona humana).

Es importante recalcar que la persona individual es la dada en la experiencia, porque de nada serviría, en efecto, decir que la persona sí existe independientemente de nosotros, pero que todo lo que percibimos y sabemos de ella en nuestra experiencia sí depende de nosotros.

LA PERSONA, SUJETO DE LA ETICA

AFIRMACIONES QUE DEFINEN AL HOMBRE INTEGRAL (Perspectiva de una antropología orientada a la Moral)

El Hombre es una Unidad Totalizante, es decir el sujeto moral es "todo" el hombre (no hay separación de cuerpo y espíritu sino se refiere a la integridad): Concurre el hombre integral y se expresa el hombre total. En efecto, al acto singular debe atribuírsele mayor o menor valoración ética cuanto más profunda o superficialmente se exprese la persona en él. A mayor o menor profundidad con que intervenga "toda" la persona en un comportamiento moral, mayor o menor importancia tendrán sus actos.

El hombre en cuanto a un todo aparece como una Inteligencia Sentiente: esto significa que:

            El hombre es un ser vivo en cuanto a que tiene actividad propia e interacción adaptativa con el medio.

            Es Original ya que tiene la capacidad de pensar abstractamente; comunicarse.

Es Inteligente, porque tiene la facultad de inteligir realidades. Ya que la intelección es una habitud del hombre, lleva incluido el sentir, es decir la habitud del hombre es la inteligencia sentiente. Posee una habitud que se manifiesta como intelectiva y  como sensitiva al mismo tiempo. La sensibilidad está intrínsicamente en la inteligencia humana.

La comprensión del hombre como inteligencia sentiente debe ser asumida dentro de la antropología moral. En ella se ve que en todo comportamiento moral la manifestación unitaria del hombre es dimensión sensitiva e intelectiva. En todas las acciones humanas, actúa siempre esta actividad de la inteligencia sentiente.

Posee además una Estructura Personal ya que el hombre es una realidad personal

 Tenemos dos aspectos de la persona:

  1.La estructura del ser personal: tiene que ver con su conformación, su individualidad y su personeidad.

*Persona significa conformación, es decir, sus elementos son conectados en estructura y función, donde cada una de sus partes subsisten desde el todo y el todo subsiste desde las partes.

*Individuo significa una entidad cuya unidad se aplica negativamente, en el sentido que alguien es individuo en cuanto no es otro, es decir está determinado a su ser. Persona, en cambio, se refiere en cuanto dicha unidad es definida positivamente ya que es libre y aún consistente en su tal.

*La personeidad lleva consigo una interioridad de autoconsciencia y autoposeción.

Persona es el ser conformado, interiorizado, espiritual y creador,  siempre que esté en sí mismo y disponga de sí. Para el hombre entender que "él es él y yo soy yo" es algo natural, ya que cada persona es un centro dinámico único de los actos.

2.En cuanto a las Propiedades del ser personal, podemos señalar:

El ser personal es único e indefinible debido a su complejidad. No termina  de abarcar ni de acabar, lo que lo hace inaccesible; es nombrable pero no numerable. El es él! , sin ser más que otro, haciéndolo incuantificable. Al revelarse desde su interior y en el interior del otro, no puede ser indiferente ya que le atañe en lo más vivo.

La noción de persona juega un papel decisivo en la moral ya que el sujeto y objeto de la moral es la persona, es decir se trata de personalismo moral.

La importancia del concepto de persona para la moral se entendería en todo los niveles, esto es, en el contenido y en la estructura. El contenido es primero y fundamental, de donde se derivan todos los demás.

El sujeto del comportamiento moral es la persona, es decir, la unidad como un todo, con todas las características mencionadas.

* El hombre es Un ser Para el Encuentro.

Ya que es en el encuentro consigo mismo; con lo trascendente; con los demás y con el mundo que la persona se va descubriendo frente así misma y frente a los otros.

Aristóteles concibe al hombre como animal político en cuanto ser social, ya que se realiza  dentro de la polis, en el Estado-Ciudad, conviviendo con sus conciudadanos y realizándose en cargos cívicos. En el pensamiento aristotélico la comunidad política se identifica con la ciudad "ya que ella es la causa de todos los bienes del hombre".

El hombre es un ser indigente porque precisa de los demás al interactuar en la comunidad, formar familia etc. Está destinado por naturaleza a vivir políticamente. La indigencia se fundamenta en el carácter sintáctico de su naturaleza (genitivo o dependencia de; ablativo o existencia de; dativo o existencia de misión hacia y tendencial).

 *Por último el hombre es una realidad inter-subjetiva (inter-personal), es decir,  la persona tiene una estructura de diálogo , donde el "yo" se constituye en la referencia a "tu".
 

¿QUIEN SOY?

 La pregunta de ¿Quién soy?, inmediatamente connota su referencia a los demás, al tiempo y al espacio. Es  imposible no hacer referencia a las otras personas ya que ésta es una interrogante sobre la identidad inter-personal (en referencia a los demás) y social (tiempo y espacio),

¿QUE DEBO HACER?
 

 Pregunta de autodefinición que entra en el campo del "deber ser", por lo tanto si sé quién soy, sé que debo hacer.
 

¿QUE SENTIDO TIENE LA VIDA?

 Esta pregunta se plantea por el sentido de las cosas, de los acontecimientos. El descubrir el sentido de la vida, facilita la construcción de la propia identidad e ilumina el qué hacer. A la vez el crecimiento personal (decisiones correctas), orientan la búsqueda por el sentido de la vida.

 La pregunta por el qué debo hacer, pertenece a la dimensión ética como búsqueda por realizar lo correcto y lo debido frente a las distintas alternativas que se presentan.

HACER EL BIEN

 La dimensión ética, condición que se construye libre y coherentemente, ha sido (y es)  un referente básico del hombre,  por cuanto su historia ha dependido en gran medida de sus libres y responsables decisiones. Estas han sido motivadas por "modelos" (sentido, fines, ideales) que trascienden a la simple realidad de los hechos. En efecto, la historia humana ha dependido en gran medida de las decisiones  animadas por el sentido ético.

 La pregunta ética dice relación a la manera en que actuamos, es decir, de asumir responsablemente las consecuencias de los actos. Tiene por referente las categorías del bien y del mal. Nos invita a reflexionar sobre todo lo que ayuda a la realización auténtica de la persona,  y rechazar lo que  impide esa realización auténtica.

 La pregunta moral, que dice relación al cómo ser bueno o más bien al cómo hacer el bien, se sustenta en la presunción de que del hombre bueno presumen buenos actos, sin embargo no es lo mismo la búsqueda del ser bueno con el esfuerzo por hacer el bien. La pregunta moral del cómo hacer el bien, implica una condición de apertura hacia los demás.

LA DECISIÓN ETICA

 Todo comportamiento moral comienza con una decisión (que también es el primer acto voluntario). Dicha decisión genera una acción donde el hombre se hace causa, se identifica y se compromete. Por medio de la intención motivada inaugura una camino de acción sobre un proyecto futuro. En su decisión se enfrentan instintivamente todos los valores y que por medio del consentimiento dan origen al surgimiento de algo nuevo.

APLICACIONES DE LA ACCION MORAL

 La intención moral debe tener una orientación hacia un fin (determinante de la vida moral) y hacia una concreta voluntad. La intención es moral cuando el fin es moral. De las tres fuentes de la moralidad (objeto, fin, circunstancias), el objeto es la fuente inmediata. La intención debe " llenarse" con el contenido del objeto moral.

 La Acción moral objetiva (Finis Operis), requiere de una intención moral concreta (Finis Operantis) que involucre un fin moral (bondad o maldad). Cuando la acción e intención moral se complementan, emerge la perfección moral.

 Para alcanzar un fin moral, los medios utilizados deben ser también morales, ya que cuando el fin moral no es justificado por la moralidad de los medios, dichos medios eran un mal moral.

 No se puede admitir que una intención buena sea capaz de crear una estructura organizativa donde acciones desordenadas se justifiquen por la orientación hacia un fin moralmente bueno.

CAUSAS DEL DINAMISMO MORAL

 Cuando la personalidad moral (^ethos) se pone en acción o actúa, se vale de procesos de moralización que son los causes del dinamismo ético:

 1. La opción fundamental

 La opción (elección) fundamental (proyecto general de vida), expresa el sentido moral de la persona. Mediante ella la persona expresa la decisión global de su dinamismo ético  -dándole sentido a sus actos-,&nnbsp; ya que elegir (opción fundamental) la personalidad moral (sentido moral), significa tomar una dirección de toda la vida hacia un fin.

 En la concepción cristiana, la opción fundamental es optar por una actitud moral; es contar con la posibilidad (gracia) que Dios otorga para la realización plena (llegar a Dios por medio de la vida en caridad, en cuanto a opción de vida).

 2. La actitud moral

 La actitud (hacer) moral es la instancia en que se concreta la opción fundamental, la dimensión totalizante del ^ethos y del sentido moral.

 Dicha actitud  no debe ser entendida como una posición corporal capaz de ser comprendida por los demás (Psicología) sino que en cuanto a la disposición que nos lleva a reaccionar positiva o negativamente ante valores éticos.

 La actitud moral cristiana, basa su estructura en la motivación (invitación al bien); compromiso y tendencia hacia una perfección absoluta.

Desde este planteamiento partimos para analizar las distintas cuestiones que afectan a las cuestiones éticas que la humanidad tiene planteadas en estos inicios del siglo XXI., finalidad de esta pagina web.


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